No hay forma de "entrevistar" a Raúl Ruiz: con él hay que abandonarse al curso de una conversación sinuosa, libre, como si ésta sucediese en un bar de un Chile donde había tiempo. En Ruiz sobra tiempo, lentitud y velocidad. En esta hora de diálogo, Ruiz cuenta una historia escuchada cuando niño, desmenuza la "recta provincia" (Chile), da claves para "perderse" en sus películas y para entender y no entender a Chile, y relata su experiencia con la "décima" y la poesía.